Pilar Taboada
Nació en 1934 en la parroquia lalinense de Soutolongo, y desde mediados de la década de los 60 no ha parado de formarse como artista y de compartir toda su experiencia con infinidad de alumnos en Alemania, Londres o Venezuela, donde tiene su residencia. Pilar Taboada, que firma sus cuadros sólo con su apellido, será la protagonista de la muestra Creando marcas y dejando huellas, que se inaugura en el Museo de la Cultura en la ciudad venezolana de Valencia.
Pilar Taboada se define como una artista multidisciplinar que aprovecha el tiempo libre para poner en marcha centros de investigación y formación, ya que “me encanta coleccionarlos”, escribe, como si sus verdaderas pasiones en el arte fuesen enseñar y facilitar el acceso al arte a otras personas.
Razón no le falta, puesto que desde que se instaló a mediados de los años 60 en Venezuela su nombre está detrás de numerosas iniciativas como la Escuela de Artes Plásticas Taboada, el centro Piloto de Formación Artística y Docente AVAP-Carabobo o el Aula Creativa de la Hermandad Gallega de Valencia, la ciudad venezolana donde reside. Por eso, será el Museo de la Cultura de dicha urbe el que albergue un más que merecido homenaje este domingo, al que están convidados un centenar de artistas y representantes políticos. El acto de presentación estará moderado por el periodista Vicente Gramcko y la artista plástica Marlén La Rosa, que forma parte del grupo artístico Artemusa. Además, se dará a conocer el disco Ensemble de Cuerdas, de la violinista Dalina Ugarte.
Bajo el epígrafe de Creando marcas y dejando huellas, la exposición intenta rendir tributo a los 50 años de actividad artística de esta lalinense que, con frecuencia, visita sus tierras de origen para dejar su impronta humana y artística. Taboada se dejó ver en la quinta Xuntanza Internacional de Artes Plásticas en A Solaina de Piloño, allá por el año 2000. Parte de sus recreaciones también pueden verse en el museo Ramón Aller, donde expuso en 1996 la muestra Dos culturas, dos mundos y en el que volvió a colgar obra el año pasado con motivo de la exposición colectiva As mulleres pintamos moito. Su Lalín natal también luce, con orgullo, uno de sus cuadros en la residencia para mayores Nosa Señora de As Dores, desde el año 2007.
Influencias indígenas
Pero el arte de Taboada va mucho más allá de la pintura. Ha sido, y es, escultora, grabadora y una incesante catadora de nuevas corrientes, al margen de su intensa ayuda a los que tienen menos recursos. De ahí que en el homenaje del domingo los asistentes puedan contemplar pinturas, esculturas, artes del fuego, fotografías o elementos extrapictóricos que, como relata la propia Taboada, servirá para dar una amplia panorámica de los lenguajes actuales del arte. Ella también participará en la muestra, siendo la única que va a exponer cuatro obras y 13 banner, que corresponden a las series Las voces del silencio, Los espejos del tiempo y Las voces de la piedra en el tiempo. Sin duda, esta pequeña representación de la carrera profesional de Taboada servirá para contemplar cómo su obra está empapada del pasado indígena de su tierra de acogida.
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